20111226

Posibilidades


"...Y como siempre, lo más duro en esta vida es despedirse de las posibilidades. Y es algo que no tiene remedio, pues el tiempo mismo, en su linealidad, obliga a los que nos hacemos adultos a descartar posibilidades para trabajar aquellas que hemos escogido."- DCA

Quizás para el 2012 mi vida vuelva a dar un giro de 360 grados. Durante el 2010 y el 2010, la vida me ha cambiado de sobremanera. Dejé de ser el niño que era para ser el adulto que lucha no por vivir, si no más bien por sobrevivir a las adversidades. Dejé los sueños de literatura, al médico y al político atrás y me llené de nuevas posibilidades. Pero como siempre pasa, el destino una vez más se interpuso.

Esta vez para asegurarse de que regresara al mismo lugar de donde salí hace ya casi dos años atrás con un baúl lleno de maletas. Y no sin olvidar que esta vez regreso sin nada, con las manos vacías.

Cuando salí, iba cargado de todo lo que mis brazos pudiesen agarrar. Iba dispuesto a aventurarme en un juego que ni yo mismo entendía. En algún momento del camino me faltaron las fuerzas y sobretodo la voluntad. Allá en el norte, todo es distinto. Desde la comida hasta las tertulias. Allá en el norte las cosas fluyen con más intensidad que en el mismo sur. Y aunque me fui lejos, aunque estuve fuera, al regresar el norte era mi opción, mi posibilidad.

Sucede que cuando quise establecerme, mi padre enfermó. Sucede que mi madre no puede sola con la carga y debo regresar y ayudar. Sucede que tengo que abandonar las posibilidades y regresar a donde nací. Sucede que aunque uno siempre diga que esta dispuesto a hacerlo, el sacrificio duele más de lo que se pensaba.

Y aquí vamos. Una vez más me entrego al las desventuras de la vida y me resigno a lo que me toca. El plan funciona de una manera extraña y no queda de otra. Y estoy de vuelta al sur. Con el alma hecha pedazos. Con el corazón en Chicago angustiado por mi ausencia. Y aquí estoy, de vuelta al calor tropical, de vuelta a la vida que hace dos años atrás dejé. Esta vez dejo lo que alguna vez soñé cuando era un niño con ínfulas de adulto. Esta vez dejo la vida que quise porque de cierta manera debo descartar lo que ya no es prioridad. 

Y me duele pensar en las posiblidades que dejo atrás. Y me duele pensar en lo que pudo haber sido y ya no será. Y sé que no es correcto, pues es una tortura pensarlo, pero es imposible en estos momentos. Y como siempre, levanto la cabeza y me juro a mi mismo que todo estará bien, y que al final todo tendrá sentido.

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