20111001

Mi bandera

“Deshauciado está el que tiene que marchar, a vivir una cultura diferente...” - Mercedes Sosa


Me encuentro en Fort Benning, Georgia. Estoy parado frente al Museo Nacional de Infanteria. La bandera de mi isla baila con el viento, mientras yo la observo con melancolía. Hoy es el día de mi graduación, hoy me certifiqué como químico en Ejército de los Estados Unidos. Todos los gringos están con sus familias. La mia no pudo venir. Se supone que sea un día feliz, pero la verdad es que no siento nada. Todo el esfuerzo valió la pena, de esto estoy seguro, pero aquí parado, observando mi bandera, siento esa sensación que sólo se conoce cuando se esta lejos del hogar.

El plan era que si mi familia no podría asistir al menos mi mejor amigo, El Gringo, que tanto amó a Puerto Rico, en paz descanse, estuviera aquí con su esposa y mi ahijada. Nosotros hicimos el plan, el destino dispuso. Es un día fresco, el sol resplandece lejano, cansado de quemar mi piel como lo hizo estos últimos días. Yo siento que ya no me quedan ganas de saltar y agarrarlo como solía intentar hacerlo cada mañana cuando corría por los bosques salvajes de Georgia.

Una mujer se me acerca. Distingo un acento familiar en su inglés parido a empujones. Es de Puerto Rico. Le hablo español y se dibuja una sonsira en su cara llena de arrugas. Es de Quebradillas, pero lleva 16 años en este otro país. Le llamo la atención el que yo estuviera mirando la bandera tan fijamente, así que se acercó a saludar. Me cuenta como llego a USA y de cómo, como dice la canción; de tanto trabajar se quedó sin regresar.

Me felicita por mi logro, me abraza y me dice: En la vida hay que hacer sacrificios. Pero recuerda que uno siempre es de donde una tiene el corazón. Y aunque estés lejos tu sigues siendo de allá. Y tienes algo que no tienen estos gringos, tienes corazón porque somos boricuas y los boricuas tenemos el corazón más grande del mundo.

Veo como se aleja. Sus caderas delatan la sangre caribeña que ha de tener. Sonrío. Una vez más miro mi bandera. Recuerdo al Gringo, a mi familia, mi hogar, mis amigos. Extiendo un saludo a mi patria.

¡Ojalá, que pueda regresar!

No hay comentarios: