20120201

Bastó


Confieso que soy un vago. Tengo una maraña de historias en la cabeza. Historias que deberían ser escritas a la brevedad posible. Tengo un blog por terminar y quizás una que otra rutina por matar. Pero, soy un vago. Cada vez que me siento en la computadora, prefiero revisar mi correo electrónico, ver mis páginas en las redes sociales, verificar mis clases en línea y al final, en tono amigable, mando al carajo a la literatura. 

Dejé todo con el pie de inicio. Cada mañana me digo; hoy cuando regreses, te pondrás a escribir. Y siempre surge algo, alguna actividad, algún convidado vodka, algún trabajo… algo que ver. 

Queridos lectores, ¿Cuántas veces nos ha pasado? No terminamos las cosas que comenzamos, las dejamos a mitad por vagancia. Nos vencemos en el intento, no por falta de capacidad, si no por falta de ánimos. Nos regalamos al beneficio de la duda, donde pensamos que quizás no vale la pena continuar. Puedo seguir buscando excusas para no escribir. Puedo seguir esquivándome bajo falsos compromisos repentinos. Puedo seguir estando tan cansado como para no encender la computadora, sentarme y terminar de escribir. 

Pero no. ¡Ya bastó! Dejemos las excusas para otro día. Obliguémonos a terminar lo que comenzamos. Obliguémonos a entregarnos a algo.

No hay comentarios: