Me encuentro sentado en el aeropuerto internacional de Miami, esperando que el avión que me llevara a la Ciudad de México y por consiguiente a tomar el examen de admisión para extranjeros de la Universidad Nacional Autónoma de México. Acabo de pagar $7.95 para poder tener acceso al Internet durante 45 minutos. Llevo días intentando escribir, parir alguna letra, algún cuento pero nada sale. A mi lado tengo un gringo que me habla y al que apenas entiendo, pues su ingles es demasiado rápido para mí. Tengo un expreso de Starbucks Coffe que costo $4.95. Mi vuelo sale a las 7:30, son las 4:00.
Llevo mucho rato pensando en lo mismo, en como tomamos caminos en la vida, tratando en cierta forma de huir de algunos temores o de la rutina. Pero me he dado cuenta que hasta en Australia, con sus bellos arrecifes de coral y sus hermosos bosques, la vida es igual. Muchas veces intente huir de las cosas que pensaba no eran lo que yo quería. Y creo que esta travesía, extraña y descontrolada, es uno de esos momentos. Mi mama me dice por teléfono, que es cosa de melancolía, que ya se me pasara. Pero ella no tiene idea, de lo difícil que es bajarte del carro en el aeropuerto, con tus maletas Calvin Klein en mano (regalo de navidad) y caminar hacia dentro, dejando mucho atrás.
No mucha gente tiene idea, de lo difícil que es dejar lo que se conoce por aventurarse en lo desconocido, por buscar un bien mejor, una aventura. Yo mismo decía que era una cuestión de valor nada más, pero no es así. Hay que tener valor, cojones y el alma hecha casi piedra. No es fácil salir del auto y sentir como se te queda parte del alma en el, porque dejas a los que te aman.
Son las 4:10, mataría por otro café y un cigarrillo. Pero tengo que pensar en que ahora mis gastos son serios y no puedo ponerme a malgastar, porque aun debo el depósito del departamento. El “gate” se va vaciando, el gringo se despide con un fuerte apretón de manos y un “…nice to meet you… good luck…”. Es divertido ver como cientos de puertorriqueños abandonan la isla en busca de un “ an American dream…” mientras un gringo de Denver va lleno de ilusión porque esta estudiando su maestría en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Y dice así: “I love Puerto Rico and puertoricans too…”
Cierro la crónica antes de que tenga que pagar $7.95 más por 45 minutos extra. Dejo muchas cosas atrás, se que es solo por unos días pero en cierta forma es algo definitivo. Una vez aprobado el examen, una vez aprobada la beca de la Facultad de ciencias biológicas y de la salud, creo que no habrá marcha atrás. He invertido tiempo en esto, mis padres han tenido mucha paciencia para esto. No seria justo que una vez logrado todo, diga sin remordimiento; “… creo que me quedo en Río Piedras, conozco un gringo que anda buscando un roommate…” seria arrogante de mi parte.
Además de mi familia y parte de mi alma, ¿Qué es lo que dejo atrás? Eso lo contesto en julio, cuando ya si sea definitivo el viaje con la mudanza metida toda en las Calvin Klein (regalo de navidad). Por que se que es mucho lo que dejo, se que es mucho lo que me dolerá, se que es mucho lo que lamentare no haber hecho. Diré lo que me dijo mi hermano hace unos minutos por teléfono;
“No seas marica, móntate en el avión, deja las pendeja’s y deja que nosotros nos jodamos en la isla, tu demuéstrale a los cabrones Mexicano quien eres. Pasa el puto examen y me llamas cuando te los hayas chingao a todos por haberlo sacado perfecto…”
"Cada cosa, cada persona y cada lugar tiene un final."
Llevo mucho rato pensando en lo mismo, en como tomamos caminos en la vida, tratando en cierta forma de huir de algunos temores o de la rutina. Pero me he dado cuenta que hasta en Australia, con sus bellos arrecifes de coral y sus hermosos bosques, la vida es igual. Muchas veces intente huir de las cosas que pensaba no eran lo que yo quería. Y creo que esta travesía, extraña y descontrolada, es uno de esos momentos. Mi mama me dice por teléfono, que es cosa de melancolía, que ya se me pasara. Pero ella no tiene idea, de lo difícil que es bajarte del carro en el aeropuerto, con tus maletas Calvin Klein en mano (regalo de navidad) y caminar hacia dentro, dejando mucho atrás.
No mucha gente tiene idea, de lo difícil que es dejar lo que se conoce por aventurarse en lo desconocido, por buscar un bien mejor, una aventura. Yo mismo decía que era una cuestión de valor nada más, pero no es así. Hay que tener valor, cojones y el alma hecha casi piedra. No es fácil salir del auto y sentir como se te queda parte del alma en el, porque dejas a los que te aman.
Son las 4:10, mataría por otro café y un cigarrillo. Pero tengo que pensar en que ahora mis gastos son serios y no puedo ponerme a malgastar, porque aun debo el depósito del departamento. El “gate” se va vaciando, el gringo se despide con un fuerte apretón de manos y un “…nice to meet you… good luck…”. Es divertido ver como cientos de puertorriqueños abandonan la isla en busca de un “ an American dream…” mientras un gringo de Denver va lleno de ilusión porque esta estudiando su maestría en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Y dice así: “I love Puerto Rico and puertoricans too…”
Cierro la crónica antes de que tenga que pagar $7.95 más por 45 minutos extra. Dejo muchas cosas atrás, se que es solo por unos días pero en cierta forma es algo definitivo. Una vez aprobado el examen, una vez aprobada la beca de la Facultad de ciencias biológicas y de la salud, creo que no habrá marcha atrás. He invertido tiempo en esto, mis padres han tenido mucha paciencia para esto. No seria justo que una vez logrado todo, diga sin remordimiento; “… creo que me quedo en Río Piedras, conozco un gringo que anda buscando un roommate…” seria arrogante de mi parte.
Además de mi familia y parte de mi alma, ¿Qué es lo que dejo atrás? Eso lo contesto en julio, cuando ya si sea definitivo el viaje con la mudanza metida toda en las Calvin Klein (regalo de navidad). Por que se que es mucho lo que dejo, se que es mucho lo que me dolerá, se que es mucho lo que lamentare no haber hecho. Diré lo que me dijo mi hermano hace unos minutos por teléfono;
“No seas marica, móntate en el avión, deja las pendeja’s y deja que nosotros nos jodamos en la isla, tu demuéstrale a los cabrones Mexicano quien eres. Pasa el puto examen y me llamas cuando te los hayas chingao a todos por haberlo sacado perfecto…”
"Cada cosa, cada persona y cada lugar tiene un final."
1 comentario:
Me gusta loco, lo q escribiste, pero sabes que, la vida es una locura bn cuerda, lo q para una persona es importante para otra no lo es. Ya lo dices tu en tu escrito mientras el gringo se emociona pq va a estudiar en lo q quizas para otro es una mierda; la UPR. A veces no valoramos lo q tenemos, es bno aspirar a tener lo mejor, pero q es lo mejor, cada quien es un mundo y cada mundo tiene sus peculiaridades. Te qdo bn me gusta como escribes. Sabes q? Deberiamos algun dia hacer un junte d escritores una de esas locuras cuerdas q nnos atan al mundo y sus realidades, TQM.Wanda I Mangual. CDT, nop pellizquez a ls mexicanas. jaja
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